El alcalde de El Bonillo se ríe de los parados del municipio

El día 25 a las 12 de la mañana se convocó (con un día de antelación) en el salón de actos a casi todos los inscritos en el Plan de Empleo Local. Decimos a casi todos porque debido a la premura de la convocatoria, a varias personas no les llegó información de la convocatoria por ningún medio.

Los parados acudimos (y digo acudimos porque quien escribe estos párrafos está desempleado e inscrito en el Plan de Empleo Local) sin saber muy bien a qué íbamos, pero pensando que el acto en cuestión tenía algo que ver con el proceso selectivo, ya que en un documento colgado en el tablón del ayuntamiento, se anunciaba que el proceso de selección iba a ser el día 25 a las 10:30.

Cuál es nuestra sorpresa al ver que al acto acude nuestro alcalde y el señor Florencio López, Delegado Provincial de Trabajo, según se nos explico en la reunión, o hablando con propiedad, el mitin al que asistimos involuntariamente y engañados.

¿Y por qué decimos que fue un mitin? Lo decimos porque nuestro alcalde y el Delegado, además de explicar en qué consistía el Plan de Empleo Local, aprovecharon para hablarnos del buen hacer del señor Barreda, para decirnos el dinero que la Junta invierte en cada parado, y para que el alcalde hablase de lo que le cuesta cada parado al ayuntamiento. Se echó de menos que dijese cuanto le cuesta él a los ciudadanos, aunque sospechamos que con su sueldo habría para dar trabajo a varios parados todos los meses.

Hubo un turno de ruegos y preguntas en los que los asistentes al mitin pudieron expresar sus inquietudes. Nos quedamos especialmente con la pregunta que hizo un vecino sobre las posibilidades de trabajo de los jóvenes, y especialmente con la respuesta del Delegado, que le dijo que si querían tener posibilidades de formarse, "que se fuesen fuera", "que saliesen de El Bonillo"Ante esta respuesta, ¿qué opciones tienen los jóvenes en El Bonillo? ¿La emigración? ¿No hemos avanzado nada desde los años 60? Ni el alcalde ni el Delegado se sonrojaron lo más mínimo al decirle a un padre que sus hijos se tendrían que ir fuera.

En definitiva, asistimos a uno de los actos más deleznables que han tenido lugar en nuestro municipio en los últimos años, con la complicidad y colaboración necesaria de un alcalde que demostró que los parados de su pueblo no le importan lo más mínimo, y a los que usó para llevar a cabo un acto vomitivo de campaña electoral.

Para terminar, una pregunta para el alcalde: ¿No le da vergüenza engañar a los parado de su pueblo para llevarlos a un mitin de su partido?